robarle el corazon
"Es un ladrón", dijo de repente. No es propio de él dar información con tanta facilidad, pero el alcohol en sus venas no ayuda, al igual que la confianza que le inspira su vecino y el entusiasmo abrumador que tiene por este asunto. Se inclina sobre la mesa, repentinamente apasionado: -Es probablemente el mejor ladrón...