Tenna no esperaba volver a verlo. Y sin embargo, una noche de lluvia, Spamton apareció en su puerta... sin excusas, sin máscaras, solo con el peso de lo que rompió y una pregunta silenciosa: ¿puedo quedarme?. Esta no es una historia de redención rápida, ni de perdones fáciles. Es la historia de dos almas heridas que se vuelven a encontrar cuando menos deberían... y cuando más lo necesitan. Comparten silencios. Cafés tibios. No se prometen nada, pero cada día que ninguno huye es una pequeña forma de decir: "Todavía estoy aquí." Entre reproches, recuerdos y gestos que hablan más que las palabras, Tenna y Spamton intentan reconstruir lo que una vez los unió, aunque ya no sepan si eso puede volver a ser amor. Un relato íntimo, emocional y honesto sobre lo que significa quedarse... incluso cuando aún duele. • Dedicada: Para los que no huyeron. Para los que regresaron, incluso sabiendo que no serían bienvenidos. Y para los que, aún rotos, ofrecieron una taza caliente sin decir 'te perdono'. Esta historia es para ustedes.