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1985. En Bakerslake, los superpoderes existen, pero están prohibidos o altamente regulados. Los llaman singularidades: mutaciones genéticas que la ley vigila, encierra o borra. La televisión los pinta como amenazas. El gobierno los cataloga. Nadie los celebra.
Julie Quartz tiene dieciséis años y un secreto que no puede compartir: puede volar. No rápido, ni alto, ni con elegancia, pero lo suficiente para romper las leyes que sostienen su ciudad. Hija de una bibliotecaria y un mecánico, Julie siempre creyó que la valentía se ejercía en silencio. Pero su vida comienza a tambalear cuando dos vigilantes ilegales -The Sparrow y The Crow- empiezan a operar en Bakerslake.
Su encuentro detona algo más que curiosidad. Julie ve en ellos la prueba de que los héroes aún pueden existir... y de que el precio por intentarlo puede ser demasiado alto. Junto a Nick, su amigo de infancia y genio autodidacta; Charlie, un compañero tan brillante como inestable; Cynthia, una antagonista convertida en aliada por accidente; y las inseparables Elaine y Leslie, Julie se ve arrastrada a un grupo improvisado de adolescentes con dones irregulares, cada uno atrapado entre lo que es y lo que el mundo le permite ser.
La primera temporada de Powerbound sigue los meses iniciales de este despertar: una suerte de "Año 1" para una generación que nunca pidió ser especial. El tono mezcla drama adolescente, sátira social y acción hiperrealista, atravesado por un absurdismo irreverente que responde a la saturación moderna del mito del superhéroe.
En este mundo, el poder no garantiza salvación: apenas ofrece un espejo más claro del miedo.
Powerbound es una historia sobre crecer, cambiar, romper moldes y seguir riendo incluso al morir.