Steelwood siempre había sido una ciudad pequeña y tranquila hasta que empezaron a encontrarse cadáveres a los pies del puente Charon a las afueras de esta. Ahora nuestro detective, Casey Reed, se ve envuelto en una serie de crímenes que sacuden los cimientos de la comunidad y lo arrastran a un mundo de conspiraciones, drogas experimentales y secretos que jamás pensó encontrar. Lo que empieza como una investigación cualquiera pronto se transforma en una red de traiciones, infiltraciones y juegos de poder donde nada es lo que parece. Viejos conocidos reaparecen, nuevas alianzas se forjan, y en medio del caos se cruzan dos figuras inquietantes que parece tener todas las respuestas... pero también todas las armas. Mientras Casey lucha por mantener a salvo a sus amigos y por descubrir la verdad sobre su propia familia, la obsesión lo consume y la línea entre justicia y venganza se difumina. En Steelwood, la tranquilidad ha muerto, y con ella, cualquiera que se interponga en el camino hacia la verdad. Un thriller oscuro de misterio, lealtad y tragedia donde cada elección acerca a Casey un paso más a su destino final.

Nuestro protagonista es un joven de 25 años que trabaja en el departamento de policía. Localizar a los delincuentes y darles lo que se merecen es uno de los trabajos más satisfactorios... es lo que diría si fuera policía. Porque sí, aunque tiene un graduado para ello, trabaja como detective. De ese modo, convirtiéndose en el único detective en la silenciosa y apacible ciudad de Steelwood. Conocerás a su asistente despreocupado, su compañero de trabajo molesto llamado Bob, su mejor amigo motociclista y una ligera cantidad de tipos malos. En este libro, escribiré la historia del único e inigualable Casey Reed, un joven detective alcohólico con más de un problema pero también lo suficientemente apto para el trabajo. Es un individuo impetuoso, mezquino y burlón, aunque a veces puede necesitar superar su terquedad y pedir ayuda a sus amigos.