Segunda parte de Sí, mi señor
Ya han pasado meses desde su intento de escape. Las cosas van de mal en peor. ¿Qué tan difícil puede ser desenterrar la verdad?
Soy su posesión....
Soy un juguete para su perverso placer.
Pobre de mi.
En silencio albergo la esperanza de algún día devolverte todo lo que me hagas.