Chiara odia todo lo que tenga que ver con amor. Trata de tener una vida normal sin dramas o desilusiones. Es amargada y se refugia detrás de un muro de indiferencia que ha construido. Nadie sabe el por qué hasta que a su vida llega Asher King. Ella es Cruella. Él es el torpe. No son expertos en el amor, pero subirán juntos a una montaña rusa de emociones que los hará cuestionarse en reiteradas ocasiones el verdadero significado de la palabra amor. Palomas, una plaza y un noviazgo falso... Nada puede salir mal. ¿Amor? ¡Puaj! No me hagas vomitar.