Victoria_Avall
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La alianza entre la Mafia y FAEM nunca fue una paz verdadera; era un pacto de lobos, una tregua armada donde cada caricia escondía una daga. Durante décadas, fueron un arma letal forjada en el fuego de la complicidad, hasta que la lealtad se pudrió. Una traición quirúrgica, un golpe seco al corazón del imperio Blackwood, sembró un odio ancestral que convirtió la fraternidad en cenizas.
Axel Blackwood ya no es el hombre que solía ser. El asesinato de su padre no solo destruyó sus cimientos; calcinó su humanidad. Entre las ruinas de su legado, Axel se alzó como un verdugo implacable. Su misión es absoluta: la aniquilación total de los Romano. No busca justicia, busca el colapso de su estirpe, ver sus nombres borrados de la historia con la misma frialdad con la que ellos apretaron el gatillo. No se quedaría de brazos cruzados; está dispuesto a derramar hasta la última gota de sangre enemiga.
Sin embargo, en el epicentro de este caos, emerge Violetta Romano.
Violetta posee una belleza tan única y deslumbrante que parece un error en medio de la guerra. Su rostro desprende la belleza hipnótica de un ángel, una pureza que resulta insultante en un mundo de sombras. Pero son sus ojos los que detienen el tiempo: dos orbes de ámbar dorado, tan profundos e inocentes que parecen ajenos a su estirpe de asesinos. Esa mirada tiene el poder de domar a la bestia; su presencia es una tormenta que desencadena una guerra de miradas y una tensión eléctrica en cada respiración.
Detrás de cada gesto palpita la lujuria y la promesa de una unión imposible. Ella es el pecado vestido de luz, capaz de derretir las defensas de Axel y hacerle olvidar su juramento. Dolor, muerte, traición y deseo se entrelazan en un juego peligroso. Ella estaría dispuesta a entregarlo todo, pero ¿será Axel capaz de renunciar a su venganza cuando la hija de su enemigo lo mira con esos ojos que prometen el paraíso? En esta guerra, el amor no es un refugio, es la traición definitiva.