¿Quién dice que una rosa de papel no puede llegar a transmitir algo tan bello como una real? Los que creían o creen eso, han de estar equivocados... No es solo un decir, es la verdad. Porque, que estén hechas de un material fabricado con pasta de celulosa de un árbol, no significa que no tengan el valor necesario como para ser tan importantes y transmitir ese sentimiento que a muchas personas les llena el alma. Y ese mismo sentimiento comparte Meghan, con su amigo Alex. El sentir que una rosa de papel, tenga el mismo valor que una real, les llena el alma a ambos. La infinidad de hojas que Alex lleva gastadas en Meghan no tiene nombre... ¿Cómo te sentirías si todos los días te regalaran una rosa de papel? Todas esas rosas son iguales, lo sabemos. Tan solo podría variar la calidad o la marca de la hoja con la que están fabricadas. Pero, aún así, el valor que Meghan y Alex tienen de ellas, es lo que las vuelve diferentes. Ah, me olvidaba... Hay algo más que las vuelve diferentes... Estas rosas no son rojas ni rosas... son blancas.