CUARTO LIBRO DE 'MESES A TU LADO' [Disponible en librerías a partir del 2 de noviembre] Todos los demás están disponibles en mi perfil. Para Ellie Ross, solo existían dos cosas en la vida: el baloncesto y el éxito. Si algo tenía claro era que, durante el verano, iba a formar parte del equipo de baloncesto de su ciudad. Tener que ir en contra de las normas y ser la primera chica del equipo no la detendría. Y es que hacerle el contrario a los demás no se le daba nada mal. De hecho, estaba acostumbrada a llevar el control en las discusiones y, sobre todo, a tener siempre la razón. Por eso, que el maldito Víctor se empeñara en quitársela no le gustaba mucho. ¿En serio tenía que aguantar estar en el mismo equipo que él? Dicen que del amor al odio hay solo un paso, pero nadie habla de que del odio al amor hay un camino lleno de baches y pelotazos en la cabeza. La suerte está echada. Que gane el más testarudo.

Hailey está dispuesta a hacer que Tate caiga rendido a sus pies, pero él tiene unos planes muy distintos para su juego de seducción. ~ Hailey Smith es perfecta. Viene de una familia cariñosa, es encantadora y tiene la apariencia de una muñeca de porcelana. Siempre va bien arreglada, siempre sabe qué decir y, sobre todo, siempre consigue lo que quiere. Solo ha habido una excepción: Tate Martin, el primer y único chico que la rechazó. Hailey aún no se ha olvidado de él, y es por eso que cuando lo vuelve a ver tras dos años desde su último encuentro, se propone seducirle de nuevo. Lo que ella no sabe es que, en este juego de seducción, no será ella quien dicte las reglas. ~ LIBRO 1 DE LA BILOGÍA JUEGOS ~ Advertencia: Esta historia contiene escenas sexuales explicitas y trata temas como el uso de drogas (más información en el apartado «Antes de leer...»). No está recomendada para menores de edad (ni para familiares de la autora :D).

Era su oportunidad. Tenía todos los requisitos cubiertos y más: talento, precisión, vívida imaginación y la extraordinaria habilidad de plasmar la realidad en un lienzo. Si amaba lo que hacía y lo hacía estupendamente, ¿por qué entonces había sido rechazada? -Tiene talento señorita Hurst. Sin embargo-el director la miró duramente-lo único que veo es un cascarón. Antara sacudió su cabeza con dolorosa perplejidad. -¿Es usted una persona recatada, señorita Hurst?-el director cerró su portafolio de un golpe-. Las experiencias, del tipo que sean, colorean nuestras percepciones del mundo. El sentir va de la mano con crear, con pintar. No siente nada y por lo tanto no dibuja nada. El hombre extendió un dibujo extraído de su portafolio y lo observó con desdén. -Señorita Hurst, lo que quiero ver es vida, emoción, sentimiento...no sólo un festín para la vista sino también para el alma de uno mismo. ¿Desde cuándo el sentir era más importante que el trabajo duro? Antara había viajado medio mundo para entrar en aquella universidad y ahora necesitaba urgentemente sentir algo para lograr pintar de verdad. ¿Cómo demonios iba a lograrlo antes de que terminara el año?