Blood Roses
Cuando los delgados pies de Eiji tuvieron puestos un par de zapatillas de ballet por primera vez, fue como si el cielo le hubiese mandado una señal. Señal que no hizo más que confirmarse en el momento justo en que fue capaz de sostener el peso de todo su cuerpo en la punta de sus pies. Porque su corazón retumbó contra...