Lara, una chica rebelde, encuentra en un rincón de México las lecciones que en la escuela se ha perdido por faltar. Pero también se encuentra con otra perspectiva de vida; una que su vida adinerada y llena de lujos no le ha permitido ver. Un pastor de la iglesia, una mujer agria, una directora amorosa, una rubia y una ojiazul le darán a Lara todas las herramientas necesarias para reencontrarse con ella misma.

Una Joven que se mudo a una ciudad para poder seguir con sus estudios, pero jamás supo que es ahí donde comenzará la magia.

Siempre estuvo ahí, a su lado. Riéndose de sus chistes, compartiendo secretos, sosteniéndola cuando todo parecía derrumbarse... y ella la amaba en silencio. Cada gesto, cada mirada, cada abrazo le recordaba lo que nunca podría confesar. Porque algunas veces amar duele más que perder, y lo más doloroso no es que la quieran menos, sino que jamás puedan saber cuánto la ama. Entre risas, consejos y tardes infinitas, ella aprende que hay amores que nacen para existir solo en la sombra, y que incluso la amistad más perfecta puede ser una condena silenciosa al corazón.

2 chicas que se enamoran de a poco y pasarán Miles de obstáculos para poder estar juntas.

Cata y Emilia fueron mejores amigas de chicas. Un malentendido las volvió enemigas en la adolescencia. Años después, se reencuentran en la universidad... con heridas abiertas y miradas que tiemblan.

"Donde no me dejaron brillar", es una historia sobre el amor que no sana, sobre las palabras que duelen más que los gritos, y sobre cómo a veces, quienes deberían cuidarte, terminan apagándote. Sofi creyó que había encontrado a la persona correcta cuando se enamoró de Thiago. Todo parecía perfecto, hasta que dejó de serlo. Comentarios que dolían, culpas impuestas, silencios incómodos y una tristeza que se volvió parte de ella. Este libro narra la caída lenta pero profunda en una relación que la hizo olvidarse de sí misma, y el duro, pero poderoso camino de vuelta hacia su propia luz. Una historia sobre las marcas que deja el amor tóxico, la importancia de las amistades verdaderas y la valentía de volver a encontrarse a uno mismo.

🌑 Ella Ella llegó a mi vida como llegan las tormentas de verano: sin aviso, intensa, inevitable. Era más pequeña que yo, pero parecía tener el mundo en la palma de la mano. Morena, con ojos color café que no solo te miraban, te atrapaban. Tenía esa sonrisa que no se puede explicar sin usar palabras cursis, esa que te embriaga, que te hace olvidar lo que ibas a decir. Hablaba rápido, se reía fuerte, se enojaba fácil y se le pasaba igual de rápido. Le gustaba la música que yo no entendía, y decía cosas que me hacían replantearme todo. Tenía esa forma de existir que te empuja a mirar dos veces. O tres. O quedarte mirándola para siempre. No lo sabía, pero se estaba volviendo mi lugar favorito. Mi casa. Mi herida. -- 🌘 Yo Yo era la que pensaba demasiado. La que escribía en cuadernos lo que nunca decía en voz alta. Tenía 19 años y una lista de miedos escondida debajo de la lengua. Ya sabía que me gustaban las chicas, pero todavía no sabía si estaba preparada para que el mundo también lo supiera. Siempre me sentí un poco fuera de lugar. Un poco más callada. Más cuidadosa. Como si estuviera intentando no romper nada. Y entonces apareció ella, y me rompió sin tocarme. Con ella reía más. Me sentía más liviana. Más yo. Aunque ese "yo" estuviera empezando a desbordarse por dentro. Y así empezó todo. Sin que me diera cuenta. O tal vez sí.

Conocí a Luna cuando cumplí 16 años. No sé si fue el destino, el azar o una mala jugada del universo, pero apareció justo cuando no sabía ni quién era yo. Me enamoré como no se debería: a escondidas, con miedo, con una intensidad que me desbordaba. Y como no sabía cómo amar bien, la arruiné. Le mentí. Me alejé. Estuve con otras para olvidarla. Me convencí de que era solo una etapa. Pero no. No fue una etapa. No fue una más. Pasaron los años. Cambié. Me rompí. Me armé. Besé otras bocas, dormí en otras camas, incluso creí estar enamorada de otras personas... pero ninguna fue ella. Esta historia no es sobre finales felices. Es sobre amores que marcan para siempre. Sobre lo que fuimos, lo que no supimos ser, y lo que todavía duele cuando nadie mira. Porque aunque hice todo mal... Aunque ya no me mire con los mismos ojos... Aunque me odie, aunque ya no esté... Siempre va a ser ella.

En la Argentina conservadora de 1956, Amalia Valdés, hija de un político influyente, ha sido criada entre normas, rezos y silencios. Su destino parece sellado: casarse bien, sonreír en los actos sociales y callar lo que realmente siente. Todo cambia cuando conoce a Elisa Márquez, una joven pianista de espíritu libre, que trabaja dando clases privadas de música a niñas de clase alta. Entre partituras y tardes furtivas, Elisa le enseñará algo más que armonía: le enseñará a desear, a rebelarse, a amar. Pero en un mundo donde ese amor es pecado, delito y escándalo, ¿hasta dónde se puede amar sin destruirse?

Aria vive en su propio universo: entre pinceles, cuadernos llenos de frases y playlists que parecen hablar por ella. El arte es su refugio y, sinceramente, no entiende cómo alguien puede vivir sin perderse en él. Dallas, en cambio, es pura energía. La estrella del equipo de básquet, fanática del gimnasio y competitiva hasta en el recreo. Para ella, la disciplina lo es todo... o al menos eso aparenta. En el colegio no pasa un día sin que choquen: Aria cree que Dallas es superficial y ruidosa, mientras que Dallas piensa que Aria es dramática y "artista de pose". Lo que ninguna imagina es que, detrás de las discusiones y las miradas cruzadas, late algo más fuerte de lo que están dispuestas a admitir. Porque a veces, entre el arte y el deporte, entre lo que juraste que odiabas... aparece justo lo que tu corazón necesitaba. ✨ "Dicen que entre el odio y el amor hay un paso... yo lo crucé sin darme cuenta