Amadea Polifeme. Gran nombre, lo sé. Odio los perros, amo los gatos. No es la gran cosa. Las cosas van bien, o por lo menos así estaban. Mi padrastro ha encontrado la manera perfecta de deshacerse de mí, la mosca en su avena. Me enviaran a un Internado y no uno cualquiera, es una Academia para super genios. Vamos, si, soy inteligente, solo tres personas lo sabían... y ahora, por mi gran boca lo sabe todo el mundo. Odio las cosas. Y un pequeño detalle que olvidaron mencionarme. El colegio es solo para hombres. ¡Bien Universo! ¡Muy bien! Moriré siendo lo que siempre he sido: Absolutamente nada.

No dormí­a, literalmente no lo hací­a debido a mi condición. No habí­a remedio para esto, o al menos uno que yo supiera. Era una enfermedad sin cura. Una enfermedad sin cura hasta que ella llegó³, otra vez, revolviendo todo a su paso, de repente ya no estaba solo.