d72740619
- Reads 1,416
- Votes 364
- Parts 7
-Tu cabello está más suave hoy. ¿Te pusiste mi acondicionador? -murmuró, demasiado cerca.
-Tsukasa... -advirtió Amane en voz baja, sin levantar la vista-. Estamos en clase.
-¿Y eso qué? Nadie nos está mirando.
Akane los estaba mirando. Intensamente.
Y no porque fuera entrometido.
O bueno, sí, un poco.
Pero era más que eso.
Era... extraño.
La forma en que Amane se quedaba quieto cuando Tsukasa lo tocaba. No en plan resignado, sino como si estuviera tratando de no explotar.
El leve temblor en sus dedos, que solo se notaba si uno lo estaba observando de cerca.
La manera en que su espalda se tensaba cada vez que Tsukasa se inclinaba hacia él.
Era como ver a alguien sosteniendo la respiración. Por demasiado tiempo.
Akane alzó las cejas. Sonrió.
La clase siguió como si nada, aunque todo había cambiado un poco.
Porque ahora Akane estaba seguro de algo que antes solo sospechaba:
Había algo raro entre esos dos.
Y raro no en plan "son gemelos raros".
Raro como en "esto no lo sabría explicar sin que me expulsen".
-Oye, Tsukasa -dijo, fingiendo interés-, ¿te importaría tocarme el pelo a mí también? Si vas a repartir caricias, al menos reparte parejo, ¿no? A mí también me gusta que me despeinen.