Avatar: Compañeros de Leyenda
«- Si me voy contigo, ¿dejarás en paz a la aldea? - Suplicó Aang sin dejar de mirar esos dorados orbes. Sabía que ese hombre sentía lo mismo, notaba su tensión, el fuego también recorría sus venas y el vaho que su cuerpo desprendía al respirar no podían equivocarse. El hombre accedió a su propuesta y los otros soldado...