-Nueve meses dentro de mi vientre.. y tú, te atreves a ser la copia exacta de Sanemi! -Escucha mocoso, no sé por qué te empeñas en aferrarte a mí. Apenas sé qué hacer contigo, ¿entiendes? -murmuró Obanai, aunque sabía que el bebé no podía entender ni una sola palabra.

-Eres un maldito problema, Iguro -gruñó Sanemi, sus labios a centímetros de los de Obanai. -Entonces resuélveme rápido -respondió Obanai, mientras lo agarraba por el cuello de la camisa y tiraba de él para besarlo. #1 Saneoba 08/12/2024 ✨

La muerte le quitó todo. Su vida. Su amor. Su refugio. Pero lo más cruel fue lo que le dejó: la condena de ver, desde el otro lado, cómo su amor encontraba consuelo en los brazos de quien alguna vez llamó amigo. Ahora Giyuu era un fantasma.

La leyenda dice que un humano y un súcubo jamás podrían amarse... a menos que sellaran un pacto eterno. Sanemi, un joven común, nunca imaginó que aceptar a Obanai lo arrastraría a un torbellino de deseo, caos y desgaste físico. Cada día con el exige más de su energía vital, y Obanai, embriagado por el poder que Sanemi le entrega, comienza a necesitarlo como el aire que respira.

La noticia de que Obanai llevaba vida dentro de él se esparció rápidamente. Pero, lejos de recibir felicitaciones, el ambiente se tornó denso, cargado de incertidumbre y temor. Lo que debió haber sido una señal de amor y esperanza entre Obanai y Sanemi, ahora era visto como un presagio oscuro. Entre batallas intensas y decisiones difíciles, su vínculo será puesto a prueba mientras enfrentan no solo a los demonios, sino también a sus propios corazones. ¿Podrán juntos encontrar una manera de proteger lo que aman sin sacrificarlo todo?

Cuando Sanemi despertó del hospital y se encontró con aquellos ojos bicolores que lo dejaron embelesado, lo único que pudo preguntar fue... -¿Cómo quedó la moto?

Cinco años de relación, incontables besos y caricias... pero nunca han ido más allá. Entre besos que empiezan a volverse más urgentes, caricias que dejan sin aliento y silencios cargados de tensión, ambos descubrirán que el verdadero desafío no es dar "ese paso"... sino aprender a enfrentarse a lo que sienten cuando ya no hay nadie más alrededor.