Natalia estudia medicina, arrastrando algunos fantasmas del pasado que le hacen ser quien es ahora (o como dice Miki, hacen ser a la coraza que le envuelve). Alba estudia fisioterapia, es la luz que nunca se apaga, pero hasta las luces llevan sus fantasmas, pero estamos hablando de Alba Reche. Sólo está honestamente triste por momentos, luego llora y se le pasa. Sólo una pequeña gran revolución es capaz de juntarlas, a Nat y a Albi. Solo hace falta que se den cuenta de la revolución que esta a punto de pasar y se suban al tren, siendo ellas las maquinistas para poder adaptar la velocidad de ese tren llamado pequeña gran revolución.

Natalia y Alba no se conocen pero acaban pasando la cuarentena juntas. Habrá que buscar algo con lo que entretenerse ¿no?

Natalia Lacunza vive rodeada de lujos, fiestas, caprichos, viajes... Hasta que, tras una de sus muchas noches locas y habiendo acumulado un largo historial, sus padres deciden darle un ultimátum: Tendrá que trabajar y mantenerse sola durante 90 días, para aprender a valorar todo lo que tiene. Alba Reche lleva años encargándose del negocio de su abuela, una pequeña cafetería que le aporta la suficiente libertad como para tener una vida plena y humilde, consiguiendo todo lo demás a base de esfuerzo y constancia. ¿Podrán dos mundos tan diferentes encontrarse y encajar?

Natalia Lacunza, una chica joven, con un pasado duro, vive con su "familia" y llevan una vida dedicada a disfrutar y vivir cada momento, pero sobre todo, a ayudar a quienes lo necesitan. Alba Reche, dos años mayor que la anterior, se acaba de mudar a Madrid, donde ha conseguido empezar prácticas como ayudante de comiaria. Lleva una vida sana, pero le falta algo. ¿Será el encuentro con Natalia lo que le completará?

La vida de Alba no ha sido demasiado fácil, y Natalia llega para complicarla un poco más.