El sol Perdido
De un segundo a otro ya no estaba, desaparecio sin dejar rastro. Himawari solo podía pensar en el horrible dolor de cabeza y en que quería a su papá, pero al abrir los ojos descubrió que no sería tan fácil. - Una, dos, tres, cuatro y cinco... solo cinco Sé que hay muchas historias de viaje en el tiempo, pero me gus...