PARTE IV: SANAR Entender que no estamos bien. Entender que está bien no estarlo. Entender que tenemos herramientas para salir de ahí, entender que avanzaremos y recaeremos mil veces. Sanar, sanar no es algo romántico, no es un proceso hermoso, es asumir que no estamos bien, y darnos de lleno con el dolor, con los momentos, con nosotros mismos y con las personas que nos lastimaron. Sanar, no es un camino fácil, porque en el camino enfrentaremos nuestros demonios.

PARTE III: DELIRIO Desnudar el dolor, afrontarnos a nuevos comienzos, atravesados por la ruptura, por la desazón. Delirar, por no entender como desanudar los hilos que se han tejido desde el comienzo de nuestros días, por no entender que nos colocó allí.

PARTE II: PROFUNDO ¿Qué hacer cuando el dolor nos acompaña desde el nacimiento? ¿Qué hacer cuando descubrimos que hemos sobrevivido? ¿Qué hacer con ese sentimiento de ir dentro y conocernos con el alma abierta? Profundo, para conocer el alma, es necesario ir a sus profundidades.

PARTE I: CAÍDA El alma comienza a caer, caer en ese pozo que durante años la espero. Empieza a adentrarse en los lugares oscuros, con alguna luz de amor acompañando el camino. Caer, necesario y agonizante.