La tribu de los manchados se había ganado su nombre por la mancha en el rostro de su líder, Tiago, un espectro blanco que cruzaba el color canela de su frente, de sus mejillas. Eran seis y se les conocía en el barrio por esos pequeños delitos constantes que solo cometen los niños salvajes, sin escrúpulos. Robar una tienda, un coche de policía, un allanamiento de morada. Todo coronado por esas risas infantiles que se escuchaban en las noches más frías, en un barrio tan oscuro de la ciudad que los maderos habían renunciado a imponer el orden en esa jungla de neones. La tribu de los manchados -hijos de personas rotas, de hogares rotos, de patrias rotas- no eran lo peor que el barrio había visto. Pero, sin embargo, algo estaba cambiando. De manera gradual, natural e imperceptible, el tiempo sigue pasando. Los manchados se hacen mayores. Y, ante eso, lo único que queda es esperar a la catástrofe.

¿Alguna vez has pensado en dejarlo todo atrás? ¿Qué harías si estos fueran tus últimos días de vida? ¿Y si de repente aquello en lo que creías cayera en pedazos? Dos desconocidos. Hayden se encuentra en un hospital, a la espera de una muerte segura. Jen está sola en la calle, sin nada que perder. Juntos escaparán de Seattle, iniciando un viaje por carretera hacia San Francisco. Durante el trayecto, nuestros protagonistas se descubrirán a sí mismos y aprenderán a vivir como si cada segundo fuera el último. En la travesía su aventura se cruzará con las de muchos otros personajes, lo que contribuirán al inevitable desenlace de la historia. Acompaña a Jen y Hayden en esta novela plagada de emoción; donde la amistad, el amor y la lucha por encontrar el verdadero sentido de la vida son los principales acompañantes. Foto de portada: Oliver Bryce Yates

Adam no es más que un hombre al borde del abismo a punto de vivir en el olvido. Así que espera salvar a aquellos que pasaron por su vida y mantenerlos vivos el mayor tiempo posible. ¿Qué mejor manera de conseguirlo que escribir acerca de ello? Desde su infancia hasta a día de hoy, vosotros vais a ser jueces de sus logros y errores, y podréis comprobar que, a pesar de que a veces nada parezca ir peor, siempre hay una luz de esperanza que nos mantiene en pie.

❝Simples cartas de una simple chica suicida.❞ arte: El gran vals por Camille Claudel, 1889-1905

❝Amabas el té frío como yo te amaba a ti.❞

"Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas, histéricas, desnudas, arrastrándose de madrugada por las calles de los negros en busca de un colérico picotazo, hipsters con cabezas de ángel consumiéndose por la antigua conexión celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de la noche, quienes pobres y harapientos y ojerosos y drogados pasaron la noche fumando en la sobrenatural oscuridad de apartamentos de agua fría, flotando sobre las cimas de las ciudades contemplando el jazz [...]." - ALLEN GINSBERG, "Aullido". Pequeños relatos de historias perdidas de alrededor del mundo. ©Hills, 2015.

Todos la llaman Lolita aunque su nombre era Dolores. Fue tan similar a los demás que temía la acusación de plagio. (Dic 13, 2014- Ene 23, 2015)

[ Historia Ganadora de los Premios Watty 2014 ] Este libro es una ventana a una realidad que espera a ser descubierta a través de sus leyendas, cada historia tiene un elemento que conecta con la siguiente o encierra una pista de algo más grande, un libro sin un inicio y final definido todo depende de si “Abres la puerta” o la dejas a medio mirar De la Luna y otras historias, ¿estás dispuesto a correr el riesgo?

Me gustaría tener la capacidad creativa suficiente para ponerle a esta novela un nombre adecuado, como "Historias de la Guerra I" o "Historias de la guerra: cuando me rompieron el bolso en las rebajas y le partí la cabeza a una señora con un paraguas", pero no es el caso. Esta es la historia de Grimaldi. Totalmente verídica, sin adornos, y extraída de un diario que encontré en un sótano lúgubre de una mansión abandonada de Chicago.

Regálame tus labios plasmados en una servilleta, Y te robare con cariño el miedo a soñar despierta.....