Sinopsis: Myla ha crecido bajo la sombra de un legado oscuro: las enseñanzas de su padre, un asesino que disfrazaba sus crímenes como actos de justicia. Decidida a continuar con su misión distorsionada, se adentra en el mundo del crimen, pero pronto pierde el control. Mientras una ola de asesinatos sacude la ciudad, busca ayuda en William, un respetado psiquiatra, inicialmente para resolver los casos desde su rol como criminalista, pero también para combatir los demonios que amenazan con consumirla. Lo que comienza como una relación profesional pronto se fractura, revelando secretos que ambos habían mantenido enterrados. La conexión entre ellos se intensifica, alimentada por un legado compartido de violencia y obsesión. Mientras Myla lucha contra su sed de sangre y William enfrenta los fantasmas de su pasado, la relación entre ambos se vuelve una espiral de dependencia, deseo y autodestrucción. Enfrentados a un destino marcado por el caos, Myla y William descubrirán que algunos vínculos no solo son imposibles de romper, sino que también tienen el poder de arrastrarlos en un inevitable final: juntos, pero destruidos por las mismas sombras que los unieron.

una despedida que nadie entendera, una forma de adios no convencional, una versión alterada de entierro celestial tibetano llevado al retorcido extremo de un acto de amor para venerar el cuerpo de un ser querido.

Mientras los mitos cobran vida, el destino de todos los reinos pende de un hilo. ¿Podrán unirse para enfrentar lo que creían erradicado?

Myla lleva años intentando ser una nueva mujer. No la hija problemática, tampoco la que huyó de su padre para salvarse de sí misma. Pero cuando la sangre vuelve a ensuciar sus manos, vuelve también el único hombre capaz de sostenerla en la oscuridad. Will, ese hombre que juró olvidar. Juntos sepultan secretos que rebasan cualquier límite. Descubren que su amor es una enfermedad compartida: dulce, inevitable incurable.Porque a veces, el amor no redime, consume.

"Bien, sé que ustedes no son los mejores amigos, pero me gustaría que hicieran esto por el resto del equipo," dice Cowell, haciendo que el resto del equipo suelte risas disimuladas. "Así que quiero que los dos hagan cumplidos sobre el otro". "Odio tus zapatillas. Lo digo en la mejor forma posible. Son muy... amarillas," dice Louis, sus brazos cruzados mientras ofrece una falsa sonrisa de labios cerrados. "Es realmente lindo de tu parte chupársela a cualquiera que encuentres un poco atractivo," responde Harry, con una enfermiza y dulce sonrisa en sus labios. "Gracias, niños, dejenme recordarles que esto es un equipo de hockey de universidad. Intenten de nuevo," dice el entrenador, completamente aburrido. O, Harry y Louis juegan hockey para el estado de Penn y no se soportan el uno al otro. Debido a que no pueden mantener su odio fuera de la pista, su entrenador y su equipo hacen lo posible para mantener el lugar que ganaron con tanto esfuerzo en los playoffs y evitar que sus dos jugadores estrella se maten entre sí.

Cuando compartes piso con el novio de tu mejor amigo, las prohibiciones son muchas, pero Harry llegó a la vida de Louis de la manera más caótica posible, y ambos conectaron como si se hubieran encontrado a sí mismo reflejado en el otro. Un alma gemela por la que merecía la pena traicionar a quien fuera. Empezada el 21/7/2018 Terminada el 29/11/2018 treehouse drawing: RYN FRANK illustrations «Escribí está fic a los 17 años, sigue en mi perfil porque tiene muchas lecturas y por algún motivo a la gente aún le gusta, pero no representa en lo absoluto mi mentalidad actual, mi forma de escribir, ni mi manera de ver la vida».

Louis Tomlinson es un ladrón y malditamente bueno. La mayoría de la gente ha oído hablar de él. La mayoría de la gente no le entiende. Harry Styles es el agente del FBI que parece que nunca podrá atraparle. historia original de @LarryWriting

«Cariño, si lo que te gusta es dar por detrás, quizás deberías probarlo con un hombre. Tú también deberías probarlo, al menos así disfrutáis los dos». La prostituta le mandó un beso y guiñó un ojo antes de salir de la habitación de hotel. La jodida habitación de hotel de ciento veinte dólares la noche. Mierda, mierda y mierda. No podía tener razón... Maldita sea, no se lo podía estar siquiera planteando.

“—¿Tú en qué eres bueno, Harry? —Tengo la capacidad de destruir todo lo que se acerca a mí. —mencionó con una mirada orgullosa. Sabiendo a lo que éste se dedicaba llegaba a ser siniestra su manera de hablar—. Puedo destruir pero también puedo crear. Tengo el poder de decidir quién se queda y quién se va.”