Rizel0505
Recuerda con claridad la primera vez que el primer pétalo salió escupido de su garganta, la sensación de la tos desgarrándole la tráquea para dar paso a algo. Un objeto, hasta ese momento desconocido. Se abrió paso sin permiso entre su laringe, faringe, lengua y labios, hasta caer sobre el escritorio, entre un charco de saliva y pequeñas gotas de sangre fruto del esfuerzo.
Aquella primera vez, Dazai observó atónito el pétalo: amarillo brillante, pese a lo húmedo de sus fluidos, burlándose de él al contrastar con las hojas blancas que habían caído sobre el escritorio de madera cuando se inclinó para toser.
Un pétalo de girasol.