Tobe ha bebido una poción que prometía hacerlo más fuerte con el fin de derrotar a Garu, su más grande enemigo. Sin embargo, termina condenado a una terrible maldición, ahora deberá hallar la manera de evitar que ese mal lo consuma por completo, sin imaginar que su posible cura está más cerca de lo que piensa.

¿Y si yo pudiera brillar al igual que lo hacen tus ojos cuando me miras?

Y te caes, ¿cierto? Te caes y tu frío cuerpo queda dormido en el asfalto, el frió asfalto se siente mejor, ¿cierto? Ahí abajo parece que nadie te molestara, parece que nadie te lastimara, ahí abajo no hay nadie que te impida ser quien eres. Cabeza abajo, derrotada, ¿cederás? Odias a la persona del espejo, pero estás condenado a verlo. Acostúmbrate. ¿Qué sabes tú de soledad? Juegas con fuego. Eres joven, sí, acuéstate en el asfalto todo lo que quieras, duérmete en la mitad de la carretera, pero un día te tendrás que levantar y te dolerá, te dolerá el tiempo que estuviste ahí plantado, esperando lo que no te has dignado a buscar. Quierete y aferrate a quien te haga sentir querido, quierete y saca de tu vida a quien no te haga sentir querido. No pretendo que te mires al espejo y te digas que te quieres, pretendo que te lo creas. Cree. Cae. Llora. Levántate. -ESTADÍSTICAS ANTES DE SER BORRADA- 17K lecturas. 2.106 votos. 191 comentarios.