SINOPSIS Rhett Johnson. Ojos claros, tan claros que a veces parecen blancos, esculturalmente perfecto y de imponente porte. La palabra PELIGRO lo define perfectamente y no puede ser de otra manera ya que es el jefe de la mafia de Chicago. Todo el mundo parece temerle, menos yo, a mí me gusta lo que promete, la amenaza, el riesgo, la adrenalina. Mi nombre es Dalia, a simple vista parezco una mujer común, pero no lo soy. No soy la princesa en apuros en manos del dragón, no se equivoquen conmigo, yo sé exactamente lo que quiero y es a ÉL. Las apuestas, drogas y asesinatos son su mundo y pronto serán el mío. Rhett me convirtió en aquello de lo que una vez escapé, y nunca traté de detenerlo. Fui suya desde antes. Lo amé con locura y no hay nada que no sería capaz de hacer por él. Le debo mi vida, lo sabe y se aprovechó de ello, ¿o no? No esperes encontrar en nosotros una historia épica de amor, flores y corazones, lo nuestro sí fue épico, pero a nuestra manera. Ruleta Rusa es una novela donde el amor y el peligro se pueden conjugar fácilmente y donde la línea entre lo bueno y malo es demasiado borrosa para diferenciarla. ¿Jugamos? Apunta y dispara, nena. ¡Hazlo!

El pecado es el juego más peligroso de la vida. Los años han pasado, trece para ser exactos, y el mundo de los Johnson está a punto de tambalearse. Delgada, cabello oscuro, tiene los ojos de su padre, una flor floreciendo en el jardín de la vida. Love Johnson Moore es la promesa de un futuro, un futuro que jamás será posible, ella lo sabe, pero no puede evitar tener esos pensamientos en torno a él... Está mal, pero el verlo a escondidas se ha vuelto su nuevo pasatiempo favorito. Él es fuerte, la protege, la ama como nadie y ella quiere más. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación de nuestras pasiones. Tú que todo lo puedes, quítame estos pensamientos, aléjalos de mí y más nunca los regreses y si puedes, solo si puedes, te pido solo un beso, con eso me conformaré lo prometo. Amén.