"Tiéndeme tu mano en la adversidad inserta, regálame tus besos tras cortinas de indiferencia, hazme saber de una u otra manera que me amas, dame mensajes subliminales que se filtren en mis sabanas. Que tu dulce voz alcance mi testarudo inconsciente, palpité fuertemente en cada súbito rincón de mi mente, que las miradas no dedicadas sean por siempre mías, y tus callados momentos inunden mi pensamiento. Recuerdos de besos furtivos jamás obsequiados, deseos inciertos latentes en el fuego de tu mirar, incandescente anhelo del corazón maduro que sabe amar a un alma joven que aún debe madurar. Letanías del subconsciente te prohíben acercarte, paradigmas ridículos de una sociedad incoherente, metáforas descuidadas para decirme tantas cosas, regalándome sabiduría en lugar de rosas." Anónimo ¿El amor es perfecto? ¿Todas las parejas son felices? ¿Siempre gana el amor? Si a todas estas preguntas respondiste afirmativamente, déjame decirte que no sabes nada de la vida, mucho menos del misterioso concepto del amor ¿Realmente lo has sentido alguna vez? Esperamos que pronto lo sientas; y si ya lo sentiste o lo sientes, lo valores... antes que sea demasiado tarde. Esta historia intenta responder las preguntas anteriores, donde dos extraños buscan las respuestas sobre sus vidas el uno en el otro ¿por qué están aquí? ¿Alguna vez sentirán lo qué es el amor o se quedarán sin una buena cosecha? Todo puede pasar, hasta la muerte entra en juego en este lugar como inicio y final. Sin embargo, eso con el tiempo lo sabrás, mi querido espectador.

¿Y si hubieras mirado a los ojos de la Muerte? ¿Y si la Muerte te hubiera devuelto la mirada? Rose está lejos de ser la chica común y corriente de 18 años que aparenta. No solo convive con dos atractivos vampiros sino que posee un desarrollado sexto sentido que le permite ver lo que otros no ven. Cosas como fantasmas, la Muerte o el mismo Destino. ¿Pero que ocurrirá cuando presencie lo que no debería haber presenciado? ¿Y cuándo el Destino se cuele de noche en su dormitorio? La vida apacible de Rose, tanto como cabe en sus extraodinarias circunstancias, está a punto de cambiar.