El idioma de mi cariño
El parón de verano les daba la oportunidad de estar juntos en la tierra de Checo, en donde él brillaba más que en ningún lugar: por esa familiaridad, por esa energía, por esa facilidad con la que el mexicano podía expresarse al usar su primer idioma. Y si bien Max no podía hablarlo con fluidez, no necesitaba demasiada...