Estarán dispuestos a correr el riesgo... ¿Juntos?

La historia de Morine, cuando era pequeña la abandonaron enfrente de un orfanato en EUA...ella nunca conoció a sus padres pero la familia Payne la adopta aunque ella tiene algo mágico Esta no es la típica historia de la hermana de Liam...ella tiene un amuleto mágico y sin que ella se dé cuenta tiene poderes pero ella no sabe como activarlos pero no es Harry Potter aunque su orfanato parezca...su amigo del pasado le contara la verdadera causa de que la haya abondonado ahí? Pero Mourine se enamora de un amigo de Liam...Harry Styles que la vuelve loca y el a ella aunque igual ella tiene enemigos y enamorados ....

❝Simples cartas de un simple chico enamorado.❞ arte: Casino por Joan Mitchell, 1956

Libro #1 de la serie "Fans". You: "Te odio." You: "Dios, Ashton, te odio demasiado." You: "Y no tienes idea de lo horrible que es porque siempre he estado ahí, apoyándote y sé que es tu vida, pero duele." You: "No te odio, solo odio tu relación con Bryana." Ashton: "¿Qué clase de fan eres? Se supone que ustedes deben de estar feliz por nosotros, no odiar a nuestras novias." Ashton: "Lamento que no seas más que una chica celosa." [Esto es una fanfic, así que nada se debe tomar como algo personal.]

Mi nombre _____ Peterson, edad 21 años, vivo sola en un Apartamento de Atlanta, Georgia. Soy solo una tipica chica que trabaja de dia y descansa de noche, pero por las noches no solo me dedico a descansar, tengo un oscuro secreto, en silencia espio a mis Vecinos en sus momentos mas intimos, Teniendo fantacias sexuales con estas mismas, tenia muy por seguro que nadie sabia mi Oscuro secreto, hasta que un día recibí una llamada: -"Haz sido una Niña Mala _____ Peterson". Esta novela no es mía, la adapte a mi manera, originalmente es de SummerDestiny .

—Treinta , solo dame treinta días y lo conseguiré —dijo Harry con la sonrisa llena de triunfo. Rodé los ojos y me puse de pie , sacudiendo mis jeans, él también se puso de pie. —De todas maneras no lo conseguirás en treinta días .. Tampoco en cien o en quinientos simplemente nunca pasará —dije yo. Subí hasta el tercer escalón cuando su grito me detuvo. —¡Lena! , ¡Espera!— gritó . Me giré y lo miré atenta—¿Quieres hacer una apuesta de eso?—preguntó con la sonrisa picara y extremadamente sexy que lo caracterizaba.