Severus Snape no creía en el amor. Creía en los libros, en el silencio y en que la mayoría de las personas eran una pérdida de energía innecesaria. Igor Karkarov, en cambio, creía en el amor a primera vista, en las sonrisas descaradas y en perseguir aquello que deseaba... incluso si eso implicaba acosar románticamente al chico más raro de Hogwarts. Todo comenzó con un único problema y era que Severus solo necesitaba un miembro más para su club de lectura. Y Karkarov... bueno, Karkarov necesitaba a Severus. Ninguno estaba preparado para lo que iba a pasar.

Historia principalmente inspirada en la canción de Banda MS. ♡Jeverus Todos los personajes pertenecen a la Gran JK Rowling.

Los relatos románticos siempre insisten en que el amor verdadero trasciende todo, incluso la pérdida de la memoria. El enamorado de verdad, aseguran, siempre reconocerá a su pareja, aunque la mente ya no sepa por qué. Entonces, ¿qué pasó con James Potter? ¿Por qué, al despertar sin recuerdos, no sintió absolutamente nada por Lily Evans? ¿Por qué su corazón no latió más rápido al verla, por qué no experimentó esa supuesta "sensación" que los cuentos prometen? Tal vez porque los cuentos mienten. Tal vez porque el amor no siempre deja una marca eterna en el alma. O tal vez, solo tal vez, porque el amor que James sentía por Lily nunca fue tan real, tan verdadero, como todos creyeron. --------------------- Recuerda que el mundo de Harry Potter no me pertenece.

La muerte no fue el final para Severus Snape. Tras caer víctima de la serpiente de Voldemort, Nagini, en su último acto de redención, el antiguo espía de Hogwarts abre los ojos... en el cuerpo de su yo de trece años. Dos años lleva soportando los abusos de los Merodeadores y el desprecio de su propia casa, Slytherin. Pero esta vez, todo será distinto.

Y si severus volviera a nacer? Pero ahora tendra un padre y una madre que lo aman y un hermano? Espera... su hermano es el maldito James Potter. Ideas locas que me dan y mi mente no puede evitar crear escenarios

Sacó el pequeño libro encuadernado en cuero negro del bolsillo interior de su capa. Era su registro personal, un secreto absoluto. Con pluma temblorosa de emoción, anotó: **Adquisición nº 47: Zafiro natural con inclusiones plateadas. Forma esférica perfecta. Hallada en orilla noroeste del Lago Negro, 16 de diciembre. Sensación: Fría y reconfortante. Posible ofrenda central para...** _________________________ Recuerden que el mundo de Harry Potter no me pertenece.

Todo había empezado esa mañana, cuando un grupo de Ravenclaws susurraba en el pasillo sobre Severus Snape. "Lo vieron vomitando detrás del invernadero", decía una. "Come el doble en las comidas últimamente", añadía otra. "Y está... no sé, más suave con los de primer año. ¡Más amable!", remataba una tercera con ojos muy abiertos. Para cuando llegó la hora de la cena, el rumor ya había mutado y crecido como un fuego de dragón: Severus Snape, el Slytherin ácido y desagradable, el omega que parecía odiar a todo el mundo... estaba embarazado. __________________ Recuerden el mundo de Harry Potter no me pertenece.

Cuando James quemó accidentalmente el abrigo de Severus y lo dejó enfermo de frío, se dio cuenta de que Severus no podía permitirse comprar cosas nuevas fácilmente. Pero James sí.

El gran príncipe de Gryffindor, James Charlus Potter, conocido por ser consentido en todos sus caprichos, se ha enamorado, pero no de alguien aprobado por sus padres, sino una humilde doncella de su madre la Reina, Lily Evans era hermosa en todos los sentidos y James no deseaba otra cosa que unir su vida para siempre con ella. Sus padres al enterarse, organizan diversas acciones para que escoja uno de los príncipes vecinos o al menos un noble. James, indeciso, debe luchar decidir si tener al amor de su vida o si no obedecer a sus padres. ¿Qué escogerá? ¿El amor o el deber?

Henry Bowers, un omega que solo buscaba a su alfa Patrick en una de las sucias alcantarillas de Derry... terminó encontrándose con Pennywise. Aunque logró salir con vida, casi de milagro, derrotando al payaso por poco, nunca imaginó que esa entidad se obsesionaría con él. A tal punto que Pennywise no solo quería comérselo... quería tenerlo para él, completamente suyo. Tanto, que decidió vivir entre las personas usando una identidad humana. Henry pateó las hojas. Otra vez tenía que regresar solo, sabiendo que esa cosa estaba en algún lugar del bosque. Mientras más se alejara, mejor... pero un crujido lo hizo girarse de golpe. Un hombre alto apareció entre los árboles. Cabello oscuro, ojos verdes, claramente un adulto. Henry se quedó mirándolo, porque el tipo también lo observaba fijamente, sin parpadear. -No te estoy persiguiendo -dijo el hombre. -¿Ah, no? ¿Quien eres, un violador del bosque? -exclamo Henry, llevando la mano a su navaja. El hombre negó. -Vivo por aquí. Vi cómo esos chicos te lanzaban piedras y... -¿Y qué? ¿Viniste a insultarme también? ¿A burlarte? -gruño Henry. El hombre soltó una risa rara. -No, no vine a eso. Te dejaré solo si quieres... pero antes déjame presentarme. Soy Bob Gray. -¿Y? No me interesa. -Henry dio un paso atrás, incómodo. Bob no se rió esta vez. Al contrario, se acercó un poco, con una calma. -¿Y tú? -preguntó, como si necesitara la respuesta. Henry no quería decir su nombre. Todo en su cuerpo le decía que no lo hiciera. Pero algo... algo dentro de él lo obligó a soltarlo. -Henry Bowers -murmuró, casi sin querer. Bob sonrió, una sonrisa demasiado amplia, demasiado satisfecha. Luego se señaló a sí mismo lentamente. -Entonces... Bob Gray. Señaló a Henry. -Y Henry Bowers. Como si estuviera probando el nombre, saboreándolo. Como si ya lo conociera desde antes.