una vampira y una bruja medio zombie?

Pansy Párkinson, Draco Malfoy, Blaise Zabini y Theodore Nott, enamorados de 4 chicos de Gryffindor que por suerte son sus parejas. -No copias. -Portada hecha por mi. -Aqui no existe el señor oscuro, solo una historia de amor de adolecentes. -Los padres de Harry si están vivos aquí. -Cada pareja recibirá una situación distinta en algunos capítulos y también situaciónes en dónde todas las parejas están.

"𝐒𝐞𝐫 𝐩𝐨𝐩𝐮𝐥𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐜𝐮𝐧𝐝𝐚𝐫𝐢𝐚 𝐞𝐬 𝐝𝐢𝐟í𝐜𝐢𝐥... 𝐦á𝐬 𝐚ú𝐧 𝐬𝐢 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐳𝐨𝐦𝐛𝐢." "𝐔𝐧 𝐭𝐫𝐢á𝐧𝐠𝐮𝐥𝐨 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐥𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞 𝐲 𝐥𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨: 𝐮𝐧 𝐳𝐨𝐦𝐛𝐢, 𝐮𝐧𝐚 𝐥𝐨𝐛𝐚... 𝐲 𝐮𝐧 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐢𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐨."

Merlina Addams creía que nada ni nadie podía alterar su mundo perfectamente oscuro... hasta que apareció Evangeline: una chica brillante, enérgica y con una sonrisa tan dulce como peligrosa para su corazón. Lo que empezó como un choque de mundos terminó volviéndose una conexión inevitable. Evangeline, logró desarmar a la gótica más temida de Nevermore. Entre besos robados, cicatrices compartidas, y una vulnerabilidad que ambas se resisten a aceptar, descubrirán que el amor más real a veces nace justo en medio del caos, donde una caricia vale más que mil palabras, donde una canción puede conectar almas y una sonrisa puede sanar heridas invisibles Pero cuando el pasado, los miedos, la desconfianza y los prejuicios intenten interponerse, ¿serán capaces de elegir el amor incluso cuando les duela? Una historia donde las sombras se mezclan con lo dulce, y donde amar a alguien significa abrazar también lo que duele.

-No te vayas- -Tengo que hacerlo- FANFIC CON MAXINE BAKER. +18

Hermione Granger y Harper Weasley, nacieron en mundos diferentes, encontraron un vínculo inquebrantable que las unió a lo largo de los años. Hermione, conocida por su inteligencia brillante y su incansable dedicación, siempre fue una amiga leal y valiente, dispuesta a enfrentarse a cualquier desafío, ya sea en la escuela o en la lucha contra las fuerzas oscuras. Su amor por los libros y el aprendizaje la definieron desde temprana edad, pero fue su corazón generoso lo que la hizo destacar, incluso en los momentos más oscuros. Harper Weasley, melliza de Ron, era el reflejo de su familia en muchos aspectos: alegre, decidida y, a veces, un poco impulsiva. Con su cabello pelirrojo y sus pecas, siempre había sido la chispa que iluminaba cualquier habitación. Aunque sus caminos se cruzaron desde el momento en que Hermione la vio en aquel tren, su amistad comenzó de manera más profunda cuando se dieron cuenta de que, a pesar de sus diferencias, compartían una pasión por defender lo correcto y proteger a los que amaban. Harper fue la primera en defender a Hermione de las burlas de Ron, y, a través de los años, se convirtió en la amiga incondicional que Hermione nunca supo que necesitaba. Lo que comenzó como una amistad sólida se transformó en algo mucho más profundo cuando las tensiones de la vida después de Hogwarts las llevaron a descubrir sentimientos ocultos, aquellos que ya estaban allí, pero que aún no se atrevían a reconocer. Mientras enfrentaban nuevos desafíos en sus vidas, las dos comenzaron a ver una en la otra lo que siempre habían buscado sin saberlo: un amor firme, sincero y completamente capaz de resistir cualquier obstáculo.

Zara nunca fue una soñadora. Creció entendiendo que el mundo se movía por poder y deseo, y que aquellos que sabían observar podían encontrar su lugar en cualquier escenario. Por eso, cuando consiguió el trabajo de niñera de Theo Keene-Nichols, supo que estaba entrando en un mundo al que no pertenecía, pero que la fascinaba. Victoria y Robert Keene-Nichols parecían tenerlo todo: belleza, éxito, dinero y una presencia imponente que los convertía en una pareja inalcanzable. Pero Zara, con su mirada atenta y su instinto para leer entre líneas, pronto descubrió que su matrimonio estaba lejos de ser perfecto. No había gritos ni escándalos, pero sí discusiones calculadas, silencios tensos y reconciliaciones que nunca llegaban con palabras, sino con sexo. Mientras cuidaba de Theo con devoción, Zara no podía evitar observar. Notaba los gestos fríos entre ellos, los pequeños juegos de poder, la manera en que Victoria desafiaba sutilmente los celos de su esposo y cómo Robert respondía con posesión disfrazada de control. Era un ciclo eterno de tensión, ruptura y deseo incontrolable. Zara odiaba a Robert. Lo despreciaba con cada fibra de su ser. Pero lo que sentía por Victoria era diferente. Al principio, una simple admiración, una obsesión silenciosa por la manera en que dominaba su mundo sin perder la elegancia. Pero con el tiempo, esa fascinación creció en algo más oscuro, más profundo. Zara quería a Victoria. Y aunque aún no lo sabía, Victoria tarde o temprano se daría cuenta.