La adolescencia es una época complicada aunque tremendamente intensa. Más aún si eres adoptada. Y, todavía más, si tu padre es Zayn Malik.

Hay dos cosas con las que Sabrae no contaba y que le han dado la vuelta a su vida completamente: La primera, que Alec le pidiera salir. Y la segunda, que ella le dijera que no. Aunque ambos tienen clara una cosa: están enamorados el uno del otro. Y sólo el que gane la partida conseguirá que todos sus deseos se hagan realidad. Empieza el juego. ----- ADVERTENCIA: En esta historia se emplea lenguaje malsonante y hay escenas de sexo explícito. Todos los derechos reservados.

Tras los meses de la más absoluta felicidad que ha experimentado Sabrae en toda su vida, ha tenido que aprender por las malas que no se le puede poner un vendaje al corazón para impedir que sienta. Lo hace de todos modos, y más intensamente, quizá, que si lo hiciera en libertad. Pero cuando le dicen que puede que nunca vuelva a escuchar la voz de Alec, Sabrae se da cuenta de una cosa: prefiere no poder volver a escuchar música estando cerca de Alec por la forma en que se le acelera el pulso, a vivir en el silencio constante que supone entender exactamente de qué hablan las canciones de desamor. Parecía que medio mundo iba a interponerse entre ellos, y eso la aterraba. Ahora sabe que medio mundo no es nada cuando te enfrentas al vacío. ~Continuación de 𝑩𝒐𝒎𝒃𝒐́𝒏, la segunda parte de 𝑺𝒂𝒃𝒓𝒂𝒆.~ ADVERTENCIA: en esta historia se emplea lenguaje malsonante, y hay escenas de contenido sexual explícito. Todos los derechos reservados.

Después de que un accidente de moto casi los separe para siempre, Sabrae y Alec no tienen miedo a correr. De hecho, quieren volar. Concretamente, 6.156,42 kilómetros. Que es la distancia que hay del campamento donde Alec está haciendo voluntariado a la casa de Sabrae. Los dos tienen miles de razones para esperar ese día en el que Alec, por fin, volverá a ser residente en el mismo código postal que Sabrae, pero... ¿son 6.156,42... o son menos? ¿Puede el lazo que les une resistir la tensión de la distancia? ¿Realmente medio mundo no es nada cuando cada centímetro es ya un mundo? ¿Acaso no brilla más tenue el sol cuanto más lejos está? ~Continuación de 𝑮𝒖𝒈𝒖𝒍𝒆𝒕𝒉𝒖, la tercera parte de 𝑺𝒂𝒃𝒓𝒂𝒆~ ADVERTENCIA: en esta historia se emplea lenguaje malsonante, y hay escenas violentas y de contenido sexual explícito. Todos los derechos reservados. Imagen de portada original por @isabella en instagram.

Tras meses perdida y sintiendo que no va a sobrevivir a que su corazón esté a 6.156,42 kilómetros del resto de su cuerpo, Sabrae por fin ha encontrado una manera de aguantar el paso del tiempo. Ha recordado quién es, cómo es, y qué hizo que Alec se enamorara de ella y estuviera a punto de dejarlo todo por seguirla donde hiciera falta. Ahora debe demostrarle al mundo que puede sobrevivir a un año sin su sol, y seguir brillando en la noche como lo hace la luna. Incluso si lo tiene que fingir. Pero de una cosa está segura: Alec y ella sobrevivirán a la noche. ~Continuación de 𝓢𝓸𝓵 , la cuarta parte de 𝓢𝓪𝓫𝓻𝓪𝓮~ ADVERTENCIA: en esta historia se emplea lenguaje malsonante, y hay escenas violentas y de contenido sexual explícito. Todos los derechos reservados. Imagen de portada original por @isabella en instagram.