La noche que Lucas conoció a Nolan, el joven prostituto con ojos de fiera enjaulada, hacía frío y nevaba. De haber seguido caminando nada hubiese perturbado su monótona vida. Del mismo modo que nada hubiese cambiado para Joel de no haber entregado su virginidad a un desconocido apretando con fuerza su cruz de plata. Todo hubiese seguido igual de no ser por el cadáver flotando en el río; y por ello aprenderían que a veces la opción correcta es dejar que todo arda, forjando su destino entre las llamas; entre rabia y drogas, muerte y venganza... y amor. Porque si no hubiese sido por amor él, desde luego, nunca hubiese descendido la escalera de la locura, nunca hubiese empuñado ese arma y mucho menos... hubiese disparado. **************************** Esta obra está registrada en SafeCreative y queda prohibido su plagio.

Ser alumno del programa Erasmus era sinónimo de enriquecerse como persona, buscar nuevas aventuras, experiencias personales y... fiesta. Mucha fiesta. Eso Guillem lo tenía claro, pero lo que no imaginaba era que la lista también contuviera el requisito de altas dosis de sexo con un Dios Griego del siglo XXI.