Cuando Dean Winchester cayó al infierno, todo en él cambió, pero cuando fue arrancado de allí por una fuerza a temer, Dean no supo quién se había tomado tantas molestias para salvarlo ni porqué. Él necesitaba respuestas, él necesitaba encontrar a alguien en especial. El problema era que no sabía quién era ese alguien que necesitaba tanto como a su próxima respiración, como su próximo latido y que se había grabado tanto en su alma como en su piel. Castiel, obedeció cuando le pidieron salvar a un alma específica, un alma que lo había ya estado llamando, un alma a la que le hizo una promesa y haría todo lo posible para cumplirla. Dean no tenía memoria de lo ocurrido en la habitación a la que fue llevado después de ser rescatado del infierno, y así era mejor, él necesitaba estar concentrado para afrontar todo lo que vendría. Castiel volvería a él siempre que lo necesitara aunque no lo recordara. Nota: Los personajes que aquí se mencionan pertenecen a Supernatural que son creación de Eric Kripke. El romance contado y todo lo referente a este hecho en esta historia es de mi creación.