Por el día es Lúlu, y por las noches es Edik quien asecha su execrable taberna mental. ¿Cuántas desgracias puede aguantar un bastardo para llegar al punto del colapso? ¿Está bien jugar con los más necesitados? Una vez corrompido por la vida: ¿qué pasa después? Su vida no fué una dulce fábrica de chocolates, su mente jamás trabajó como la de un infante a la espera del atardecer para jugar con sus amigos, él nunca tuvo tiempo para ello. Y justamente cuando la vida parecía sonreírle... Llegó el día viernes trece de agosto. ¿Qué pasará con el bastardo ahora estando bajo la tutela de una de las mujeres más influyentes del país? Pero la pregunta más importante seguía en el aire: ¿Cuánto más podrá soportar? Diseñador(a) de la portada: @alexcfr