¿Qué tan fuerte debe ser un corazón para no romperse? Secuestrado, torturado y sometido a lo más bajo de los instintos humanos, Ivy un pequeño omega que tuvo la desdicha de haber nacido en un mundo de alfas, luchará hasta las últimas consecuencias. Advertencia: Contenido sensible y adulto. Leerse con precaución. Bajo ningún concepto se glorifican los actos ficticios de violencia y/o abuso escritos, ni se aprueban. Algunos actos no se describirán gráficamente por la naturaleza cruda de la historia, por lo que se dejarán a la interpretación del lector. Historia netamente ficticia. Los infiernos de Van J. Dremmy © 2022 by DenebDess is licensed under CC BY-NC-ND 4.0

Al irse de su pueblo natal, Daniel emprende un viaje hacia la Patagonia, donde espera encontrar a su tío. Pero sus planes se ven alterados fugaz e irremediablemente cuando tras el ataque de unos lobos queda vinculado a uno de ellos. Y eso no fue lo peor que le pudo pasar. Lo peor fue quedar destinado a morir en menos de un año. Sin embargo aparece la ayuda. Un ángel en el camino. Aunque este en especial no se pueda considerar tanto como un ángel, sino otra bestia, más peligrosa inclusive. Oh, cierto. Daniel es un metamorfo. Un joven mitad humano, mitad animal. Y mitad algo más... 𓃥 𓃦 Esta historia es completamente de mi autoría, quedan estrictamente prohibidas las copias o adaptaciones sin mi permiso © Aunque está ambientada en Chile no es del tipo "chilensis" (viva el chilensis). La ilustración de la portada pertenece al artista Qunqing, su twitter es @qunqing. Muchas gracias por darle una oportunidad a esta historia ❤️

Me llamo Rose, tengo 21 años, no tengo hermanos y vivo con mi mejor amigo Cris, nos conocemos hace 15 años, nos conocimos en el jardín de niños y nos hicimos mejores amigos, el trabaja en un bar, vivimos en nuestra casa. Cris es el típico chico que se lleva a todas las chicas a la cama. Pero sin saberlo algo empezó a cambiar #1 - amor #1 - romance #1 - imposible #2 - mejores amigos #2- adolescentes #2- Wattys 2018

Hace tiempo que te tengo que olvidar, lo sé, pero no lo consigo. He decidido escribirte una carta cada día hasta que te olvide. No sé cuánto será, ¿un mes? ¿dos? ¿nunca? ... estoy dispuesta a averiguarlo viendo lo que te tengo que decir cada día.