Prometida. No fue rescatada. No elegida. Solo entregada. Nadie le preguntó si quería casarse con Alessandro Santoro. Porque en este mundo, las hijas no deciden. Se negocian. Isabella Moretti había sido marcada desde antes de nacer. Por su apellido. Por la sangre que corría en sus venas. Por el silencio que le enseñaron a mantener cuando el mundo se volvió peligroso. Fue sacada de un infierno... solo para ser colocada frente a otro. El primero le robó la inocencia. El segundo, el nombre. Y este último, el que lleva traje italiano y una mirada tallada en hielo, le exige todo lo que queda de ella. Dicen que Alessandro Santoro no tiene alma. Que creció entre cuerpos y traiciones. Que aprendió a matar antes que a amar. Que no perdona. Que no olvida. Y que cuando le entregan algo, lo guarda como si fuera suyo hasta el final. Incluso si eso significa destruirlo. Lo llaman el Carnicero de Amalfi. Y ahora, Isabella es su prometida. -Nadie más te tocará -le dijo él al verla por primera vez-. No mientras lleves mi nombre. Pero ella ya no confía en las promesas. Ya no cree en la protección disfrazada de poder. Ya no espera que el hielo no queme. Porque aprendió, demasiado pronto, que hay formas de morir sin que nadie lo note. Y que el amor, cuando llega manchado de sangre, nunca es limpio. Nunca es seguro. Y casi nunca es real. Ahora, el juego está en marcha. Él la tiene. Ella no se fía. Y entre el hielo y la sangre... alguien terminará ardiendo. Entre el hielo de sus pasos y la sangre de su apellido, fue entregada no por amor... sino por obediencia. Marcada por silencios que nunca sanaron, y heridas que dejaron cicatriz, cayó en manos del Carnicero de Amalfi. Pero ni siquiera el heredero más temido estaba listo para el incendio que vivía en ella.

Alba nunca imaginó que el padre de su mejor amiga sería la fantasía que encendería su piel y pondría su mundo de cabeza. Él es mayor, irresistible y está totalmente fuera de límites. Pero cuando el juego comienza, detenerse ya no es una opción. (Aquí todos son mayores de edad, no me funen) ©REGISTRADA EN SAVE CREATIVE

Hubo Lascivia, hubo Lujuria y ahora todo se define en medio de un ardiente deseo. El mundo está en llamas y Rachel James camina de la mano del que se alzó como ganador, pero el campo de batalla clama revancha, sangre y pelea en una guerra de todos contra donde se quiere una sola cosa y es a la teniente como trofeo. El final de una pelea y el inicio de otra sangrienta, prohibida y escandalosa.