JordiEstopa
Año 1939, tras el estallido de la segunda guerra mundial después de la toma de Polonia de los nazis, se había declarado la guerra en Francia, y la marcha de los alemanes sobre la zona era inminente. El general Joseph Allen, un brillante estratega, asignó a su mejor hombre la defensa de la ciudad y la contención del ejército alemán hasta acabar con ellos. El sargento Bradley Smith, un hombre tan astuto como fiero en el combate, contaba ni más ni menos que con 764 efectivos para defender la toma.