En un mar de mentiras.
Laura tenía dieciséis años, o como ella decía, dieciséis llantos. Era una chica a la que parecía que le gustaba estar sola, siempre lo estaba, le hacía sentir viva o algo así. En el instituto siempre le criticaban por eso, y por otras tantas cosas como su forma de vestir, de pensar, en fin, por todo. Pero a ella parec...