Daría el mundo por ti
Rondaba mis diecisiete años. Esa etapa en la que se supone que ya estás a punto de ser un adulto, y que ya estás preparada para la vida. Digo "se supone", porque eso no es del todo cierto. Tenía diecisiete años, y seguía igual, o más perdida que cuando tenía catorce. Mi vida estaba cambiando demasiado, muchas cosas ya...