No hace falta explicar demasiado: si llegaste hasta acá, sabés perfectamente lo que buscabas. Y lo encontraste. Este libro junta oneshots: historias cortas, autoconclusivas, que no se conectan entre sí ni comparten la misma esencia. Vas a encontrar de todo: momentos de humor descontracturado, charlas íntimas de madrugada, confesiones que parecen chistes hasta que te das cuenta de que no lo son, y roces que suben la temperatura más de lo que uno admitiría en voz alta. La idea no es contarte "la gran historia" de Santiago, sino capturar esos instantes fugaces que parecen chiquitos pero se sienten enormes: un mate compartido que dura más de lo normal, una broma que esconde algo más, una mirada que no se puede disimular. Relatos que, aunque se lean rápido, te van a dejar pensando después.

Milena pasaba casualmente dentro de esta web, cuando encontró a tres chicos y uno de ellos le pidió el Instagram. Jamás pensó que gracias a esa web, conoció a su amor.

Donde en una noche de descontrol, Clara y Lautaro terminan durmiendo juntos. Tras el incidente se conocen y descubren que siempre estuvieron más cerca de lo que ellos creían

¿Donde 𝐌𝐚𝐫𝐭𝐢𝐧𝐚 se enamora de un streamer? o ¿Dónde 𝐌𝐞𝐫𝐧𝐮𝐞𝐥 se enamora de una modelo?

Luana nunca imaginó que un mensaje a las cuatro de la mañana podía cambiarle los días. Lo que empezó como un simple follow en Instagram terminó volviéndose una conexión inesperada con Bauletti, el mejor amigo de su hermano y alguien que siempre le había parecido simpático... pero lejano. Entre previas, boliches, partidos de fútbol y salidas tranquis, Luana y Bauletti empiezan a cruzarse cada vez más. Y aunque intentan esconderlo, la tensión entre ellos es evidente para todos. Risas compartidas, miradas que duran un segundo de más, mensajes con doble sentido y encuentros que se sienten como algo más. En un mundo donde todos los conocen por lo que muestran en redes o frente a una cámara, Luana y Bauletti descubren que lo real puede aparecer cuando menos lo esperás. Y que a veces, lo que empieza como un chiste, termina siendo lo único que no podés sacar de la cabeza.