El Segundo Hijo de Isabella
Cuando Isabella, mi madre, estaba en labor de parto, ocurrió algo inaudito. Los demonios no tenían previsto que nacieran gemelos. Habían pocas diferencias entre los dos, pero las habían. Uno tenía los ojos tan negros como la madrugada, y el otro tenían los ojos de su madre. Ese soy yo, el de ojos violetas. Gracias a...