MMademoiselle
William siempre vio a Elquackity como su mejor amigo, alguien con quien podía reírse durante horas y compartir canciones que quizás nunca cantarían juntos. Lo que no sabía era que, detrás de esas bromas y abrazos, Elquackity guardaba un dolor muy grande... uno que le hacía querer herir a otros como él mismo fue herido en el pasado. Pero con el tiempo, algo cambió. Sin querer, Elquackity empezó a sentir un cariño verdadero por William. Empezó a sentirse bien a su lado, a sentirse seguro... y eso le asustaba más que cualquier cosa.
Ahora, Elquackity no sabe qué hacer con todo lo que siente. Entre el miedo, el amor y su propio dolor, tendrá que decidir si sigue huyendo y lastimando, o si se permite aceptar que, tal vez, él también merece ser querido.