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2 stories
Rodrigo Zacara y el Espejo del Poder by victorgayol
Rodrigo Zacara y el Espejo del Poder
victorgayol
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Rodrigo está acostumbrado a que su amigo Óliver le meta en algún lío de vez en cuando, pero jamás hubiera podido imaginar que una de sus ideas más alocadas los llevaría hasta el reino de Karintia, un mundo mágico donde cada persona tiene un poder diferente. Y aunque Óliver está encantado de vivir semejante aventura, pronto se darán cuenta del peligro que corren: toda Karintia está sometida al tiránico poder del emperador Arakaz, y los muchachos de doce años están obligados a presentarse ante él para jurarle lealtad. Afortunadamente, pronto encuentran refugio en la fortaleza de Gárador, donde se unirán a una orden secreta de caballeros que lucha contra la crueldad del emperador. Lo que no se imaginan es que uno de ellos está destinado a desempeñar un papel fundamental en esta lucha. ©Víctor Gayol Fernández. Todos los derechos reservados. Obra registrada en el Registro de Propiedad Intelectual y en SafeCreative. http://www.rodrigozacara.com https://www.facebook.com/rodrigozacara https://twitter.com/VictorGayol https://www.goodreads.com/book/show/25798263-rodrigo-zacara-y-el-espejo-del-poder
Ojos color fuego [Terminada] by NinaBlu17
Ojos color fuego [Terminada]
NinaBlu17
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  • Parts 52
-¡Ya deja de decir mi nombre completo! Parece que estás hablando en serio sobre algo que no tiene sentido. Yo no puedo controlar el clima o la madre naturaleza. Si vino una tormenta de la nada, no le vas a echar la culpa a una persona. Tal vez creas que me intimidas Apolo, pero no es así. Así que si quieres saber qué fue lo que pasó, conviértete en meteorólogo y si no tienes suerte buscando las respuestas que quieres, te veo en las noticias a la hora del clima. Ahora vete, la puerta de abajo está abierta.- Dije abriendo la puerta. ¿Quién se creía que era? Sin sacar sus ojos que estaban más que nunca en un color naranja de mí, se levantó y se me puso a centímetros de mi cara. - Bien. Si así es como quieres jugar, juguemos. Pero te advierto Thea, no me provoques. Ya voy a saber lo que pasó, de las buenas o de las malas.- Y otra vez sentí esa fuerza que me daba ganas de caer desmayada en sus brazos, pero lo rechacé, como lo había hecho antes.