AnnieWhite414
El cáncer había teñido de sombras su idílica vida. Las risas se desvanecieron, dejando paso al susto de las máquinas. Amy, con sus ojos azules todavía llenos de esperanza, acariciaba la mano de Sam, era fría como el invierno.
Sam le sonrió débilmente y le dijo al oído: "Seré la estrella más brillante para ti". Sus palabras se perdieron en el último suspiro de su aliento. Amy lloró en silencio, sabiendo que este adiós era eterno.
En la habitación, las luces parpadeaban, y una enfermera se acercó para cerrar los ojos de Luis. Amy, con el corazón rasgado, le dio un último beso en la frente. El eco de su dolor inundó la estancia. La vida, que antes les sonreía, ahora les arrebataba sin piedad la amistad que les había unido durante tantos años.
Amy nunca pudo llenar el vacío que Sam dejó en su corazón. La amistad que compartieron siguió siendo su refugio en la oscuridad. La muerte no pudo separar sus almas, y en cada estrella que brillaba en el cielo, veía el destello de los ojos de Sam