Antes de poder expresar todo aquello que me hace dudar sobre el significado que le he dado a mi vida, es importante recordar que todo aquello que expresaré acá es una postura totalmente individual y personal sobre los conceptos de la vida y la muerte. Todo lo aquí descrito es aquello que mi mente desea expresar al mundo, pero que ese mismo mundo silencia de forma directa e indirecta ¿Por qué tengo que silenciar algo que creo? Porque hemos creado la fantasía de que somos una parte activa y funcional de esta sociedad, una sociedad le asigna un valor a la vida, le pone un precio a nuestros sueños y cuando salimos de esos rígidos límites, somos apartados o incluso estigmatizados por ser algo que la propia sociedad no desea que seamos. Es así que la depresión y la ansiedad aparecen constantemente en nuestras vidas, pues no somos libres de ser nosotros mismos gracias a las ataduras morales y filosóficas que posee nuestra sociedad. La libertad que añoramos es un espejismo que nos ha creado nuestro entorno y nuestras propias ataduras. Para obtener nuestra libertad debemos sacudirnos del peso de las emociones y las sensaciones, porque toda emoción y toda sensación crea ataduras en nuestra consciencia, tanto el placer como el dolor, la tristeza y la felicidad. Considero que toda mente solo es libre cuando es libre de las ataduras que nosotros (O nuestro entorno) pone en ella, una mente libre es aquella que es pura de objetos y seres, que es capaz de navegar en su vacuidad.