"Y cuando menos te lo esperas, las cosas buenas llegan solas." Me acerco a ella y puedo escuchar con nitidez la voz que suena desde el otro lado de la puerta. Esa voz. Un montón de recuerdos agolpan mi mente. Uno tras otro, y otro. Hasta llegar a completar toda mi memoria. Estoy como en estado de shoc. Ningún músculo de mi cuerpo responde. Solo uno, el cerebro. Juntando todos y cada uno de los flashbacks que van surgiendo en mi cabeza. Ni siquiera he sido capaz de darme cuenta de que la puerta se ha abierto. Y un chico tras ella. Y ahora si lo conozco, si recuerdo todos los momentos vividos junto a él y el por qué me gusta a tanto. No he recuperado solo la memoria, también he recuperado mis sentimientos. Pero no puede ser él,¿no? ¿Que hace Daniel Oviedo en Galicia? Que no. Creo que lo de recuperar la memoria me está afectando. No puede ser uno de mis ídolos el que esté delante de mi. Lo estaré confiendo. Si... Vale.... Pero y lo que acabas de escuchar?

Jesús era el obediente y Dani era el rebelde... Jesús era el cantante y Dani era el motociclista... Jesús era el primero en su clase y Dani ni siquiera pisaba la escuela... Jesús era el hijo prodigio y Dani era la oveja negra... Jesús era el bueno y Dani era el malo... Eran tan distintos pero iguales a la vez, los gemelos que toda madre le hubiera gustado tener, la simple ilusión de lo perfecto... pero por más que fueran iguales por fuera, casi como dos gotas de agua... jamás serian iguales por dentro. Yo fui su hermana por un tiempo, la parte olvidada de la familia... hasta que todo exploto en nuestras caras, las mentiras se hicieron cada vez mas grandes y poco a poco todo se descubrió... haciendo que los hermanos nos juntemos... Es la frágil línea que separa el amor de la obsesión, una hermana pequeña, unos gemelos explosivos y una red de mentiras...