La Banda
Eres un miserable. Unos criminales te parten la cara y luego un dios aparece y te mete a su juego... como el líder del grupo. ¿Tu equipo? Los mismos criminales que te golpearon. El problema: no sabes liderar ni un poco. Ahora te toca guiarlos contra enemigos aún peores, todo por un juego que ni querías jugar.