Alexandra RoseWood es joven, brillante, adicta al café y editora junior en Vogue. Tiene una vida ocupada, una lista interminable de pendientes y cero interés en patanes millonarios con sonrisa perfecta. Pero Nueva York es Nueva York... y Rafe Cameron no es cualquier hombre. Empresario, rompecorazones profesional y el último tipo con el que Alex saldría, Rafe está a punto de meterse en su mundo por culpa de una apuesta estúpida: enamorarla en 90 días. Ella lo odia. Él la desea. Y New York será el escenario del juego más peligroso y glamuroso del año. Content +18 Avisos específicos en el primer capítulo. fanfic/OBX Inicio: 07/ 07/25 Final: 21/09/25 #1 Drew Starkey: 12/ 08 / 2025

Una llamada. Una noche. Un error... o quizás el inicio de su perdición. Olivia juró nunca cruzarse con él. Rafe Cameron juró no tener límites. Pero esa noche, algo cambió. Una súplica al teléfono, una moto rugiendo en la distancia, y una mirada que prometía arrastrarla al abismo. Ahora, atrapados en una danza peligrosa de odio, deseo y silencios que desgarran, Olivia y Rafe descubren que hay castigos que saben a placer... y placeres que duelen más que cualquier herida. ⚠️Warning: Esta historia contiene escenas sexuales explícitas, obsesión romántica, y en un primer momento relaciones marcadamente tóxicas. No idealiza la violencia emocional, pero retrata personajes con heridas, contradicciones y deseo intenso. +18 | Discreción del lector. [Dark Romance; New Adult; Enemies to lovers; Grumpy x Sunshine; Amigos con beneficios; Obssesion] #1 Rafecameron (05/06/2025) #2 Outerbanks (13/06/2025) #3 romancejuvenil (12/08/2025) #5 fanfic (21/07/2025)

[Segunda parte de la trilogía Dulce Veneno] Hay historias que te rompen. Y otras que te hacen rogar por ser rota una vez más... si es la persona correcta. Él fue su error más peligroso. Ahora es su adicción más estable. Olivia y Rafe sobrevivieron a la guerra más cruel: la del odio, el deseo y las promesas que se rompían más fácil que el orgullo. Pero nadie les avisó que lo verdaderamente difícil es amar. Porque hacerlo de verdad, no es sobrevivir. Es quedarse. Es entregarse. Es rendirse con el alma... y con el cuerpo. Cuando el pasado no perdona, el amor se vuelve prueba. Y cuando el deseo se vuelve necesidad... la redención duele tanto como la herida. +18 | Discreción del lector. [Dark Romance; New Adult; Grumpy x Sunshine; Parenthood; Lovers to Soulmates]

Avery juró que lo último que quería en su vida era llamar la atención. Su plan era simple: concentrarse en las competencias de snowboard y sobrevivir a la temporada de invierno en Los Nevados de Chillán junto a su equipo. Pero todo cambió la noche de la bajada de las antorchas, cuando el destino decidió cruzarla con Ethan Cole: capitán del equipo rival, arrogante, insoportable... y peligrosamente encantador. Una rivalidad en la pista. Un trato inesperado fuera de ella. Un fake relationship que nadie debe descubrir... y que podría convertirse en algo mucho más real de lo que Avery jamás imaginó. Entre descensos vertiginosos, miradas que queman más que el frío y canciones que parecen hablarles directamente, Avery descubrirá que el verdadero riesgo no está en la nieve... sino en dejarse deslizar hacia alguien que juró odiar.

Pensé que todo lo que sentía por él había quedado atrás, enterrado bajo los años, los kilómetros y las decisiones que cambiaron nuestras vidas. Pensé que había logrado dejarlo ir. Rick Grimes fue mi primer amor. Mi primer todo. Éramos jóvenes, impacientes, intensos. De esos que creen que el mundo se puede detener con un beso robado detrás de la escuela o con promesas de un futuro que nunca llegaría. El mundo no se detuvo. Avanzó. Y con él, nosotros. Nunca hubo una pelea, ni una despedida formal. Solo... nos dejamos ir. Como si el amor, por muy real que fuera, no pudiera sobrevivir al silencio. Como si enterrarlo fuera más fácil que luchar por salvarlo. Y sin embargo, ahora está ahí. Frente a mí. Corriendo a los brazos de su esposa y su hijo como si el mundo aún tuviera sentido. Debería estar feliz por él. Debería sonreír al verlo con vida, con su familia. Pero todo lo que siento es dolor, angustia y celos. Y entonces, me ve. Su expresión cambia, es como si... estuviera viendo un fantasma. Su mirada se detiene en mí... y luego en ella: la niña de seis años que corre hacia mí gritando con una sonrisa radiante: - ¡Mami! -