Veinte años pasaron desde que la humanidad comenzó a habitar el planeta rojo. El ex coronel de la estación espacial Roger Dickinson, quien fue condenado a muerte, es enviado a una misión suicida para ganar su indulto. De la mano de Lúa, la hermana menor del líder de la misión: "Regreso a casa". Dickinson junto a un grupo de voluntarios, tratarán de encontrar muestras de que el planeta es habitable, sin embargo existe un peligro mayor del que nadie tiene registro.

Andrea, una chica con discapacidad visual que sueña con llevar una vida acorde a su edad comienza a independizarse de su madre y a descubrir cómo es la vida, a través de sus sentidos. Pero, ¿será fácil para nuestra protagonista lograrlo con su condición?

🚨🚨🚨OBRA EN EXTENSIÓN🚨🚨🚨 Escucha con atención, viajero. Estas palabras no son meros susurros del viento, sino el eco de una advertencia antigua grabada en los márgenes olvidados de los libros. Dicen que en tiempos lejanos, cuando la magia fue erradicada y la Gran Unión selló un equilibrio frágil, la paz reinó en apariencia. Bajo la calma, una profecía antigua aguardaba su momento de ser descubierta. Una advertencia escrita con tintas de luz y sombras. "Cuando el hijo de otra sangre nazca en la noche más oscura, cuando las águilas graznen y las sombras despierten, el equilibrio se quebrará, y la paz se tornará un espejismo roto." Nadie recuerda quién escribió los versos, ni por qué fueron enterrados en las criptas de la catedral. Lo que si sabemos es que en el año 1234 del Calendario de los Reyes, esa advertencia cobró vida. Un niño nació y en su mirada, sólo hubo luz. Una tan intensa que devoraba la oscuridad allá donde alcanzaba, como un fuego blanco consumiendo las sombras. Pero no era perfecta. En las esquinas del mundo, donde no llegaba con fuerza, las sombras se hicieron más densas, más antiguas, más hambrientas. Allí, donde antes todo era silencio, ahora los murmullos despertaron. Aquella noche, el equilibrio que se creía eterno tembló. El reloj se detuvo. Y la destrucción comenzó.