Algo he aprendido en estos años, estos años que pasaron lentos como si cada día alguien se empeñara en recordarme cuan doloroso fue amar... Aprendí que sólo se necesita de una persona... de un momento, para cambiar tu vida para siempre. Para cambiar tu perspectiva. Y trasgiversar tu pensamiento. Te obliga a reevaluar todo lo que crees saber. Hacer que te hagas las preguntas más difíciles ¿Entiendes lo que te ha sucedido? ¿Quieres seguir viviendo tu vida así? ¿Valió la pena el sufrimiento? Sin embargo a esta pregunta si le tengo respuesta... No, no valió ni una sola lágrima.... SEGUNDA PARTE DE SOLO ÉL, MI ARROGANTE MAESTRO. No copiar, ni adaptar.

Maximilian Blackthorne era conocido como la bestia en el mundo de los negocios. Nunca permitía que nadie se aprovechará de él, mucho menos un contador cualquiera. No le importaba que fuera por momentos de vida o muerte. Joseph Mathews iba a pagar por lo que había hecho. Desde que vio la fotografía supo de inmediato cual seria el pago ante su falta. Mildred Mathews, con ella se cobraría la deuda que tenia con él. No conocía la piedad ni el amor, nadie la tuvo hacia él. Lo único que le importaba era su satisfacción y ella complacería perfectamente su necesidad de tener una esposa y madre de sus hijos. Milly era una joven inocente. ¿Sería ella la adecuada para enseñar a una bestia lo que era el amor? ¿El destino hizo su última jugada al poner a una joven así en su camino? Él también tenia una deuda con la vida y ella tenía la intención de cobrarle.

-Emma solo tiene dieciséis -Ethan ya debe ser mayor de edad. -Emma perdió a su padre -Ethan detesta a los suyos -Ella lo amó perdidamente. -Él no tiene tiempo para niñas. -Ella vigilaba que estuviera bien. -A Él solo le importaba el alcohol. -Ella siguió adelante. -Él se largó. -Ella por fin lo olvidó. -Él a ella no. 《El destino no tiene un plan tan simple yo solo era una niña y tú un joven, ahora es algo tan divino que puede ser real o solo existir en mi mente》 Todos los derechos reservados.

2da. parte de la Bestia y la bella escrita al par con la misma novela. A partir del capítulo 45.

Abrí­ los ojos y ahí­ seguí­a él, a mi lado, se había quedado como me prometió. Me quedé mirándole un tiempo, estiré un brazo para poner mi mano en su cara y hacerle caricias. Fue algo extraño pero nada más sentir mi mano en su mejilla pude apreciar una pequeña sonrisa y cómo abrÃía los ojos. -Ya te echaba de menos dormilona. - Me abrazó, me arrimó más a él y me dio un pequeño beso en la frente. Creo no debeí­a contar nada más sin antes explicar lo que habí­a sucedido meses atrás. (...) Trailer: http://youtu.be/jgWuq7CyAFo