Desde el día que te ví en aquella cancha y con aquella sonrisa... Fue el día en el que se me dió una razón para seguir jugando. Quería jugar contigo. Para eso debía de tener tu amistad. Quería tener tu amistad. Pero actualmente "Amistad" ya no es palabra suficiente para definir lo que siento ahora. Couple: IsaBachi [Isagi Yoichi x Bachira Meguru] Intento de drabble desde el punto de vista de Bachira Meguru.

***¡EDITANDO!*** Donde Bachira descubre a su "amor verdadero", quien resulta ser nada más que el primer amigo que hizo en Blue Lock. Una ruta a un final feliz, que se desvía drásticamente. [FINALIZADA]

Bachira quería formar un plan para continuar su propia telenovela física que presenciaba con sus amigos, pero no sabía que debido a ello su idea caería a segundo plano debido al juego que propuso.

Isagi quería saber qué era lo que realmente pasaba por la cabeza de su amigo, quien a pesar de haberse confesado actuaba normal, al final lo averiguaría de cualquier forma y circunstancia. TW:R18🔞

Antes del partido contra el invicto equipo V, Isagi no puede dormir y Bachira tampoco, así que deciden idear una táctica para poder ganarles. Pero una cosa llevará a la otra y finalmente Bachira le propondrá jugar a un juego para el que quizá Isagi no está preparado

Luego de haber estado saliendo en secreto Isagi y Bachira deciden de que es hora de decirle a sus padres y amigos acerca de su relación.

Headcanons del Bachisagi y como me imagino que es su relación

Bachira tiene mucha curiosidad sobre conocer algo de isagi.. ¿A que sabrán sus labios? ONESHOT

Isagi y bachi fueron atrapados besándose por un número desconocido ¿quien será el dueño de ese número?

Meguru siempre se había sentido la persona más afortunada del mundo. Tenía una madre que lo amaba con una ternura infinita, amigos con quienes compartir la alegría del fútbol, y -por encima de todo- lo tenía a él. A Isagi Yoichi. Su novio. Su mundo. Su alegría cotidiana. No podía imaginar pedirle más a la vida. Isagi era tan dulce, tan atento, tan... perfecto. Meguru pensaba que, si podía detener el tiempo, lo haría justo ahí: con la risa de Yoichi en sus oídos y el calor de su mano entrelazada con la suya. Pero las cosas hermosas, esas que parecen salidas de un sueño, rara vez duran para siempre. Y ahora, con el corazón apretado y los recuerdos pesándole en el pecho, no pudo evitar murmurar para sí mismo, casi con amargura: -Qué iluso fuiste, Bachira Meguru.