La Profecía
Harry corría, sus pulmones se estaban quemando, hacía tiempo que había dejado a sus amigos atrás. Esperaba que estuvieran bien. La profecía en su mano hacia peso en su mano izquierda, con la otra movía su varita. Llegó a una habitación y sin detenerse cerró los ojos y empujó con fuerza, no podía dejar su varita ni la...